Sin ti no puedo

⭐⭐

Qué manera de crear un misterio interesante, pero enfocarte en puras pendejadas aburridas y dar un giro final sacado del culo de los guionistas para tratar de cerrar su pendejada.
"Sin ti no puedo" nos centra en la vida de David (Mauricio Ochmann) y Alex (Alfonso Bassave), una pareja que está en la búsqueda de comenzar una familia. Sin embargo, a sus vidas llegará Blanca (Maite Perroni), la exadicta hermana de David que estuvo en la cárcel por haber matado a sus padres en un incendio, para intentar, mediante Alex y probándose inocente, volver a entrar en la vida de David. No obstante, hay algo extraño en todo esto, así que David se aliará con su abogado Ángel (Pedro Casablanc) para tratar de impedir que Blanca le destroce su vida que tanto le ha costado construir.
La película es algo difícil de describir porque, de cierta manera, no pasa mucho, son los problemas de una pareja cuando la hermana de uno de ellos llega a sus vidas y se comporta de forma extraña. No puedo negar que ver a la pareja gay lidiar con su matrimonio es algo interesante y una parte pocas veces explorada, lo cual se agradece y sí hace que no se sienta como cualquier película de pedos maritales.
El principal problema, la película plantea muchos hilos narrativos, situaciones aisladas que no llevan a nada, y crea varios misterios que esperas se resuelvan en un gran clímax de revelaciones, pero en vez de eso tienes un giro final forzadísimo que te deja muchas preguntas, la más importante siendo, ¿por qué la película no trató mejor de esto? La película se vuelve repetitiva, plantea cuestiones muy extrañas que se explican solo por la podofilia, ninfomanía y pinche persona extraña que es Blanca, y seguramente también de la directora, y al final ignora todas las cosas raras que hizo este personaje para darnos un giro imposible de ver porque no hay suficientes elementos para que sea una solución posible. Es decir, la película construye una historia medianamente interesante dentro de lo que cabe, y te la tira en las últimas escenas; es hora y media para nada. Y, lo peor es que, cuando ves la revelación final te dan ganas de mejor ver esa versión de los hechos en vez de a la pareja de protagonistas hacer y quejarse de pendejadas solo para avanzar la trama.
Sí hay química entre los personajes, Alex y David hacen muy bonita pareja, y la forma de Blanca de acercarse con Alex, aunque extraña, funciona bien; esto incluso con los diálogos inorgánicos, pendejos y hasta videntes que tienen los personajes. Ochmann, Perroni y Bassave hacen su mejor intento para levantar lo que sea que escribieron los guionistas. Además, el personaje de Ángel te termina cayendo bien y, aunque su motivación para todo es la misma que la de Dumbledore en la última de "Fantastic Beasts", es más orgánica que en esta última.
Que, hablando de las múltiples filias y fetiches de la cinta, toda gira alrededor de eso. Cosa que se vuelve más entendible cuando ves que la directora Chus Gutiérrez tiene películas en su repertorio como "Sexo Oral" y "El Calientito". Al inicio hay una escena en que uno de los miembros de la pareja dice que no tiene ganas de tener relaciones, y mete una falsa idea de que no todos son ninfómanos, algo que sí sería interesante en una película de problemas maritales gays; pues la cultura popular tiende a plantear a los personajes con esta orientación sexual como personas que quieren coger todo el tiempo y solo por coger. Pero, después vemos que Alex está súper cachondo por los esteroides y se va a coger a quién se tenga que coger con tal de quitarse las ganas, y solo le causa remordimiento con su pareja en una ocasión. Blanca cree que la mejor idea para reentrar a la vida de su hermano es seduciendo a su pareja, siendo la madre de su hijo (Monterrey is in the house) y jugando psíquicamente con los pies de David porque podofilia. Ángel justifica toda su participación en la película porque siempre le dice a David que se lo quiere coger, literalmente. Y, hasta a los personajes terciarios les pasa esto, como una chica del gimnasio dónde trabaja Alex que solo aparece para cogérselo.
Y, para el colmo, la película se esfuerza en poner a David y Alex sin playera en la mayor cantidad de escenas posibles, y a Blanca en la piscina siempre la vemos mediante primeros planos de su trasero; es una sexualización innecesaria de los personajes. Quiero creer, quizás estúpidamente y en mi mundo de caramelo, que las relaciones interpersonales, de hermanos y de pareja son más profunda que cómo se ven las personas sin playera o sus nalgas en traje de baño. Ojo, no quiero decir que esté mal que una película toque el tema del sexo o que sea malo que tenga secuencias eróticas, pero justificar toda la vida de una pareja y planes de formar una familia en que Alex está muy bueno me parece pendejo.
Lo mejor que tiene la película es que, al ser una coproducción entre México y España, tiene un buen sonido, cosa que siempre falla en las películas mexicanas. Además, la gran cantidad de apoyos de la película genera que tenga un buen presupuesto para contar la historia y no todo se sienta grabado en foros para sketches como en México. Sin embargo, la dirección y la fotografía son muy convencionales, lo poco interesante que hay es un following y los créditos de inicio (que pudieron haberse hecho mejor sin un corte pendejo a un intertítulo para después poner los demás créditos sobre un plano muy interesante a nivel iluminación y corrección de color).
En sí, lo mejor de la película es que sí genera un misterio genuino, tiene escenas que sí te causan angustia e incomodidad, y que los pedos maritales de los protagonistas, cuando se dejan de pendejadas, son interesantes. Sin embargo, construye algo muy ambicioso para los guionistas que lo resuelven de la manera más inorgánica y decepcionante posible. Todo esto envuelto con personajes interesantes y carismáticos, pero con matices que la película implementa hasta el tercer acto de la cinta y cachondos a niveles irreales.

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