Aline
⭐⭐⭐⭐
¿Quién se iba a esperar que la mejor manera de hacer una biopic de una cantante era no haciéndola? Esa es la magnificencia de "Aline", que prefiere irse por una historia libre inspirada en la vida de Céline Dion, antes que hacer la vida de Céline Dion.
El filme comienza con la infancia de los padres de la protagonista (¿por alguna razón?), pero por el bien de la cinta pasamos rápido a cuando Aline Dieu (Valérie Lemercier), la hermana menor de una familia canadiense de 15 hermanos, es descubierta por el productor de música Guy-Claude Kamar (Sylvain Marcel). Dicho productor comienza a llevar a la joven Aline, siempre acompañada por su madre (Danielle Fichaud), en una gira por medios internacionales para darla a conocer y convertirla en una estrella musical internacional. Sin embargo, la cosa se complica cuando Aline y Guy se enamoran, pero su madre no lo aprueba y esto podría afectar su carrera como estrella musical. Todo esto sumado a complicaciones como la pérdida de la voz, problemas de salud por la diferencia de edades de la pareja, la maternidad y las decepciones de la fama. Así que, Aline deberá aprender a independizarse de su familia y sobreponer su vida laboral ante la personal si es que quiere cumplir su sueño de convertirse en una estrella.
No se puede hablar de esta película sin entender que encontró la forma ideal para hacer una biopic, no hacerla. La vida, de cualquier persona, puede llegar a ser aburrida, los eventos importantes raramente son consecuenciales, y las personas y sus deseos cambian a través del tiempo. Por eso, es difícil tratar de convertir una vida en una narrativa (como la que estamos acostumbrados, al menos). "Aline", y sus guionistas Valérie Mercier y Brigitte Buc, entienden esto perfectamente. Saben que una vida es muy difícil que funcione como una historia en tres actos condensable en una película, así que simplemente deciden inspirarse en la vida de Céline Dion, pero sin realmente tener que seguirla al pie de la letra. En este sentido, sí puede ser un poco desilusionante que el personaje no sea Céline Dion, que se cambien eventos y que, como alguien que desconoce la vida de la artista, no sabes qué tanto deberías creerle a la cinta. Pero, si este es el costo por una buena película, resulta aceptable.
En ese sentido resulta triste que la película se tenga que vender como la vida de Céline Dion, siendo que no lo es del todo, y que se puede sostener por sí misma. Porque, eso sí, el tráiler y publicidad no le hacen justicia a la película. Los adelantos de la cinta hacen parecer que todo el conflicto va a ser sobre como Aline y Guy quieren estar juntos y no pueden, pero este conflicto abarca menos de la mitad de la cinta. En este sentido, se agradece que ese conflicto no dure dos horas, sino solo lo suficiente para mantenerte interesado y dar paso a nuevos y más interesantes conflictos. Que, en ese caso, es lamentable que, en cierto punto de la película, el personaje deja de desear algo, ya consiguió la fama, hijos y al esposo que ama, ya no tiene ningún objetivo. Por lo que, la última media hora se siente como sin propósito, como si solo estuviéramos viendo a la protagonista sufrir y perder lo que quería porque tenemos que acabar de contar la vida de Céline Dion. Que, no puedo negar que es interesante y para este punto ya estás muy encariñado con el personaje, pero sí se siente que no lleva a nada y a nivel narrativo se siente pobre.
Porque, eso no se puede negar, Aline es muy carismática y te termina cayendo bien al instante por la mezcla entre lo soñadora, inocente y bromista de su personalidad, aunado a que también es una chica fuerte y que sabe lo que quiere. Es un personaje bien construido, proveniente de una familia conservadora en ciertos aspectos, pero ella es liberal en otros, en algunos casos mezcla ambos y queda algo muy interesante, se genera un personaje con contradicciones que se sienten reales. Lemercier hace un gran trabajo dándole vida a este personaje, que quién sabe hasta dónde es cómo la verdadera Dion, pero que funciona extraordinariamente en la película.
En sí todas las actuaciones son muy buenas, al menos las principales. Pues, si bien la mamá de Aline tiene una personalidad muy marcada y comiquísima, siendo un gran personaje que te cae bien aun estando en desacuerdo con ella, la mayoría de sus hermanos son desechables, sin personalidad y solo sirven para rellenar el plano. Aunado a que, sobre todo al inicio, es muy complicado entender bien qué están intentando los actores, se siente que buscan actuaciones naturalistas, pero de repente tienen espasmos o frases cómicas muy exageradas y poco realistas, las cuales se vuelven más entendibles cuando te das cuenta de que la directora y protagonista, Valérie Lemercier, ha trabajado mayormente en comedias. No es algo malo que la película incluya comedia, lo hace muy bien, pero al inicio es un tanto extraño entender que se supone que está buscando la cinta.
Porque el trabajo de Lemercier como directora es bueno, la película está bien dirigida. Logra generar un tono cómico en las escenas que lo necesita, uno más serio y dramático en las escenas más fuertes, y la película sí llega a ser conmovedora y hasta triste en momentos. Lemercier logra combinar todos los tonos, y pasar de uno a otro con mucha maestría. Además, se nota muy bien apoyada por Laurent Dailland, quien estuvo a cargo de la fotografía, la cual si bien es muy convencional la mayor parte del tiempo, está bien lograda y tiene ciertos destellos de grandeza. Hay un par de planos que, a pesar de ser relativamente simples, las luces y la composición están tan bien logradas que resultan bastante estéticos. Sobre todo en los conciertos (que se agradecería que fueran más largos) la puesta en cámara es magnífica, haciendo un paralelismo con el concierto que estamos viendo. Me explico, cuando se trata de un concierto violento y movido, la cámara muestra planos abiertos y se mueve mucho; cuando son conciertos más íntimos, los planos son más cerrados y en general desde la perspectiva de Aline frente al público; o cuando el concierto es más minimalista, son menos planos y con una composición más simple. En los conciertos, es dónde de verdad brilla Lemercier como directora y Dailland como fotógrafo.
Para bien o para mal, lo que le juega en contra a esta película es que se vende como la vida de Céline Dion, y no es porque realmente solo está inspirada en su vida. Es muy interesante y valiosa la coproducción entre Canadá y Francia, que busca contar la historia de una estrella musical internacional que empezó cantando en francés y es originaria de Canadá; de verdad se siente que la producción aprovecho cada dólar que costó hacer esta película, porque genuinamente hay muchos involucrados. Pero, a Céline Dion, quizás lamentablemente, aún no le podría dar el reconocimiento de leyenda de la música; no niego sus grandes aportes y canciones magníficas que todos conocemos, no obstante, no está a la altura de otros artistas. Es decir, con propuestas como "Bohemian Rhapsody", "Rocketman" o la próxima a estrenarse "Elvis", es ilógico comparar a Dion con Queen, Elton John o Elvis Presley. Estos artistas son tan conocidos, con un sinfín de canciones mundialmente conocidas en su repertorio, y con conciertos tan míticos que ya forman parte de la cultura popular de aquellos hasta quienes no los vivieron. En cambio, si bien Dion tiene canciones muy famosas y seguramente conciertos icónicos, no podría asegurar que tan cercanos a la realidad son los vistos en la película, la cual, dicho sea de paso, repite múltiples veces las mismas canciones y hasta usa de otros artistas, como si Dion no tuviera suficientes canciones para armar una película solo con su discografía sin tener que escuchar tres o cuatro veces "Let's Talk About Love".
En sí, es una película muy buena, en todo sentido. La dirección, aunque tarda en encontrar su rumbo, eventualmente, y apoyada por la fotografía, crea imágenes memorables y escenas muy interesantes. Al inicio no entiendes bien hacia dónde va la película, y al final se siente un poco sin propósito, pero la parte de en medio hace tan buen trabajo construyendo personajes que lo perdonas. Aline es encantadora como personaje, tiene una química impresionante con Guy y su madre es muy divertida, para que, aun cuando los demás personajes se sienten simplemente rellenando el plano, ellos sostienen la película. La cual, es muy conmovedora, divertida, romántica y sí te toca las fibras sensibles. Pero, sin duda, su mayor logro es entender que una vida raramente va a dar para una película, siendo más inteligente solamente inspirarse en ella. Porque, si bien no creo que Dion tenga el estatus de leyenda como para estar en el inconsciente colectivo, la película se sostiene por sí misma y se nota un profundo cariño a Céline Dion y su música en detalles como referencias a su verdadero nombre y la frase final de los créditos: "Pour toi, Céline".

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