Payaso

⭐⭐⭐

Uno pensaría que ver un show de Stand-Up en el cine es la versión barata de irlo a ver a un teatro o a un bar, pero con "Payaso" Franco Escamilla demuestra que no es cierto, es una experiencia nueva. "Payaso" logra, quizás sin la intención de sus creadores, difuminar la línea entre un documental metanarrativo y la grabación de alguien diciendo pendejadas.
Este show comienza con pequeñas entrevistas a Gabriela Salazar, la esposa de Franco, y a Dora Escamilla, su madre. Para, después, dar paso a una secuencia de cómo es que Franco Escamilla se prepara para dar su show. Tras esto, Franco Escamilla sale al escenario y comienza su rutina. Cuenta chistes sobre sobre su padre, sus psicólogos, amigos de su matrimonio, amigos de la infancia, su suegro, etcétera, obviamente incluyendo chistes en medio de cada anécdota.
Es conveniente empezar por la parte técnica de este producto audiovisual, que es su punto más débil, para ya dejarla de lado. A pesar de que el sonido es muy bueno, siendo sorprendente que de un show en vivo tenga mejor sonido que la mayoría de películas mexicanas de comedia, la fotografía y la edición dejan mucho que desear. Los encuadres son terribles y le cortan la frente a Franco en planos muy abiertos, los ángulos contrapicados de algunas cámaras son incómodos cuando ves un monólogo en un teatro y, al tratar de seguir los movimientos de Franco alrededor del escenario, las cámaras tiemblan demasiado y a veces se salen de foco sin ninguna justificación; esto pudiera haber sido utilizado con conscientemente en varias ocasiones y no solo dejarlos como errores. El lado bueno es que, al final, además de que te acostumbras, los camarógrafos empiezan a entender cómo hacer su trabajo, teniendo menos errores y hasta logrando planos muy llamativos con una composición e iluminación muy bella, aprovechando inteligentemente su posición y la iluminación del teatro.
Lamentablemente, a pesar de que sí son múltiples cámaras, siguen siendo relativamente pocas para un monólogo de casi dos horas, cosa que le pesa a la edición. La cual es pobre, se dejaron tomas malas que te hace preguntarte cómo estaban las demás, los cortes muchas veces se sienten sin sentido, las posibilidades cómicas de la edición están desperdiciadas y, eventualmente, se vuelve tediosa y monótona. No puedo negar que es tierno ver en los créditos a los amigos de Franco y miembros de la Diablo Squad en altos puestos, pero debe de haber habido gente más competente para la chamba. Entiendo que en un show en vivo estas cuestiones técnicas no están presentes ni son importantes, mucho menos el espectáculo se planea para que quede bien grabado, pero, al fin y al cabo, es un producto audiovisual y sí deja que desear en ese aspecto.
En cuanto al show en sí, es muy divertido y se nota una maduración en Franco, tanto a nivel personal como comediante. Es interesante que te puedes dar cuenta del crecimiento de Franco Escamilla al ver sus shows a través de los años. "Payaso" regresa a estar basado y sostenerse mayormente en anécdotas del mismo comediante y altamente identificables, idea que se había dejado un poco de lado en "R. P. M." dónde gran parte del monólogo lo abarcaba un solo chiste que poco o nada tenía que ver con las anécdotas que involucraban viajar a países extranjeros. En ese sentido, aunado a lo personales que de repente llegan a ser las anécdotas de "Payaso", estas se vuelven más identificables y, por lo mismo, más graciosas.
Sin embargo, no solo en esto se llega a notar el crecimiento de Franco Escamilla, también en su comedia. A diferencia de en monólogos como "Y ya" o "Por la anécdota", "Payaso" recurre menos al uso de chistes logrados por lo grosero del lenguaje utilizado y por la burla ácida hacia ciertas situaciones, personas o colectivos. Es cierto que aún están presentes este tipo de chistes y el humor ácido, sarcástico y grosero característico de Franco, pero se siente mucho menos incidente que en shows anteriores, en este caso la apuesta va más por chistes con un humor más inocente y no tan denigrante.
He de decir que, a pesar de que el show es en su mayoría muy divertido y original, es cierto que algunas anécdotas Franco ya las había compartido en diversos programas de su canal de YouTube y varios chistes muy puntuales son reutilizados de otros monólogos. Por lo que, hay partes que pierden la sorpresa que pudieron haber tenido, algunos chistes se vuelven predecibles y otros ya los has escuchado un par de veces, lo que te hace dudar de la veracidad de que a él todavía le causen gracia. Esto aunado al inicio del monólogo, el cual se siente abrupto y contigo como espectador aún no habiendo entrado en el mood cómico que un show así necesita. Veníamos de entrevistas personales y un montaje que intenta, pero no consigue, generar expectativa mediante un crescendo en el audio. "Payaso" quiere que pasemos de un estado enternecedor y de superación personal al estilo "Rocky", a burlarnos de cualquier cosa de un momento a otro.
No obstante, el final del monólogo es más interesante y mejor logrado. Es cierto, cuando ya va a terminar es evidente que el mood baja, Franco cada vez es más contenido y menos histriónico, los chistes cada vez son más espaciados entre ellos, y para este punto ni Franco ni los espectadores se ríen de ellos como comúnmente lo harían. Es un final circular con el show, muy inteligente en ese sentido, pero melancólico, reflexivo y que busca dejarte un buen sabor de boca; muy similar a cuando Alex Fernández prometió hacernos reír y terminó con todos llorando en "El mejor comediante del mundo", esto en el buen sentido.
Además, tras despedirse del público, vemos material de archivo de Franco con su padre, quien es un tema central del monólogo, el cuál incluso fue cambiando conforme la relación de Franco con su padre iba mejorando. A esto me refiero con que este especial de comedia es prácticamente un documental, no solo porque recurre a elementos característicos de este tipo de cine como material de archivo o entrevistas, sino porque se trata de un show que fue cambiando mientras se presentaba (cosa que te percatas al momento de escucharlo), pero también porque es la historia, con otros temas intermedios, de la relación de Franco con su padre. Quizás no fue su intención, pero básicamente terminó creando un documental reflexivo en torno a la paternidad a partir de su relación con su padre, y logró haciéndolo con chistes en el medio.
Así mismo, y como prometí al inicio de este texto, al final incluso se vuelve metanarrativo. Pues, terminamos viendo a Franco después de dar su show viendo la edición del material de archivo que nosotros acabamos de ver; es Franco viendo el producto audiovisual en el producto audiovisual. Simplemente le da un nivel de profundidad más allá a lo que vemos.
Es triste que el apartado técnico deje tanto a desear a comparación del contenido de lo que estamos viendo. Es un show de Stand-Up divertido, ácido y grosero, pero no llega a ser del todo original, reutiliza varios chistes y el inicio se siente muy abrupto. Sin embargo, es de aplaudirse que, aunque desde esta perspectiva parece poco enfocado, se trata del documental reflexivo y metanarrativo más divertido que hay.

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