The Black Phone

⭐⭐⭐

Scott Derrickson y BlumHouse, con una nueva cinemática de inicio muy chida, adaptan la historia corta "The Black Phone" de Joe Hill, el hijo de Stephen King. ¿Qué podría salir mal?
"The Black Phone" se centra en Finney (Mason Thames), un niño que vive con su hermana menor Gwen (Madeleine McGraw) en un pueblo donde ha habido un varios secuestros y asesinatos de niños llevados a cabo por un asesino serial conocido como The Grabber (Ethan Hawke). Como esta es una película de terror, Finney es secuestrado por The Grabber y encerrado en un sótano dónde lo único que hay es un teléfono negro que no funciona. Sin embargo, por alguna razón, este teléfono comienza a sonar y le permite comunicarse a Finney con las víctimas anteriores de The Grabber, quienes lo intentan ayudar a escapar. Al mismo tiempo, Gwen empieza a tener sueños/ visiones que, aunque su padre (Jeremy Davis) le dicen que son falsas, parecen ayudarle a encontrar a su hermano.
Antes que nada he de aclarar dos cosas. Primeramente, iba a ver esta película con unas expectativas muy altas, por lo que, era muy difícil que esta cinta fuera tan buena como esperaba. Y segundo, la vi dos veces, ya que la primera vez hubo problemas con la proyección y otras situaciones que me sacaron de la experiencia, así que, para la segunda vez, las sorpresas ya no lo fueron.
He de comenzar diciendo que la cinta es buena, altamente recomendable para los fanáticos del terror. Sí se siente una inspiración muy fuerte y, de cierta forma, continuación del trabajo de King. La película está cargada de similitudes con "It" como un villano con globos que secuestra y mata preadolescentes, que son los protagonistas de esta historia, solo que, en esta ocasión, en vez de un payaso es un mago. Además, estos preadolescentes ven cosas que los adultos no, se pelean con estos y son sorprendentemente maduros cuando la historia necesita que lo sean.
En este sentido, son los personajes quienes más brillan en la cinta. Thames hace a un protagonista entrañable y con muchos matices, actúa muy bien la verdad. No obstante, es Madeleine McGraw quien se roba la cinta como Gwen, una niña que los mismos personajes dicen que es bien cool, y no se equivocan, es una niña grosera, divertida, pero que hará todo por ayudar a su hermano. Aunado a su padre, interpretado por Jeremy Davis, que comienza siendo un hijo de puta más grande que The Grabber, pero conforme lo vamos conociendo se vuelve un personaje hasta empatizable y que, sobre todo, ayuda a desarrollar al par de hermanos. Pero, sin duda, Ethan Hawke hace a un gran villano, siniestro, aterrador, desconcertante, y que parece tener una especie de trastorno de personalidad disociativa que representa mediante las expresiones de una máscara icónica a través de la cual logra ser sumamente expresivo.
Eso sí, he de aclarar que, a pesar del marketing de la cinta y el gran villano, la película no sé hasta que punto podría ser considerada terror. Hay elementos clásicos del horror como fantasmas y del terror como asesinos en serie, aunado a un par de jumpscares que sí te sacan un susto, pero no diría que la cinta da miedo. Si bien la película logra causarte expectativa, tensión, ansiedad y quizás hasta claustrofobia, no diría que miedo. La cinta se acerca más al thriller que al terror.
Por otro lado, creo que es necesario, para disfrutar la película, simplemente dejarte llevar y no intentar entender la lógica detrás de la cinta. Pues lo que los fantasmas pueden hacer cambia dependiendo del impacto dramático que la cinta quiera causar o lo que la historia necesite para avanzar, al mismo tiempo que, las visiones de Gwen son diferentes en cada ocasión dependiendo de lo que la trama requiere. En ese sentido, no debes buscar o esperar que la película sea congruente consigo misma, o querer entender cómo funcionan los elementos sobrenaturales, porque no lo vas a lograr y solo te arruinará la experiencia.
A pesar de esto, Derrickson hace un buen trabajo para que no te centres en eso. Recurre a transiciones inteligentes y llamativas, y hace su mayor esfuerzo por explotar todas las formas de filmar el sótano donde Finney está encerrado para no hacer la película repetitiva, cosa que me parece se empieza a sentir un poco al final del segundo acto, pero puedes dejar pasar sin problema.
Además, el director, mediante diversos departamentos de la producción, te da pistas a ti como espectador sobre dónde esconde The Grabber a sus víctimas y cuál es su relación con los demás personajes. En ese sentido, es muy interesante ir descubriendo el misterio mediante diálogos o el decorado de los lugares, pero sí te revela secretos que, para alguien muy perspicaz o que ya ha visto la cinta, le quitan cualquier carga tensión que la película puede llegar a generar. Porque, eso sí, la película es enternecedora y el final es muy emotivo, adoras a los personajes. Pero, la forma de crear tensión u otras sensaciones de Derrickson, en algunas ocasiones, se siente superficial y es poco efectiva en un segundo visionado.
Sin embargo, el apartado visual y sonoro de la cinta es muy destacado. Toda la cinta tiene un look sombrío y sucio, con una corrección de color grisácea que hace que la cinta se sienta antigua. Aunado a que, los flashbacks con grano parecen haber sido grabados con análogo y, este pequeño detalle, da la sensación de que son cosas que pasaron antes de la historia principal. Además, la edición es brutal, sabiendo cuando cortar y cuando mostrar, cómo crear expectativa y un ritmo dinámico mediante jump cuts, y generar emociones mediante diferentes tratamientos de color. Mientras que, por su parte, el apartado sonoro brilla por su forma de construir misterio, poner nervioso al espectador y penetrar tus oídos con el irritante sonido del teléfono negro.
Así mismo, y como último punto, la música no se queda atrás. El soundtrack incluye desde sonidos chirriantes y metálicos para crear música original, hasta la inclusión de canciones setenteras clásicas que te ponen a llevar el ritmo con el pie y siempre son disfrutables.
En sí, tras dejar Marvel Studios, que después de ver la secuela de "Doctor Strange" entiendes porqué, Scott Derrickson regresa al terror (o algo así) con una propuesta interesante y disfrutable. La cinta se siente como la descendencia de las historias de Stephen King, digo esto en el buen sentido, habiendo una amenaza que busca atrapar preadolescentes, muy complejos como personajes, y algún elemento de horror de por medio. Por su parte, Derrickson hace su mayor esfuerzo para conseguir que esta película sea oscura, enternecedora, emocionante, entretenida, que te mantenga al filo del asiento y te saque un par de sustos, lo cual logra bastante bien. Pero, sobre todo, cada personaje tiene su momento para brillar, y cada departamento pone de su parte para lograr que la película sea única y brille dentro de cada aspecto. Sin embargo, sí se siente como una cinta que no logra crear tensión suficiente para un segundo visionado y, cuando te pones a intentar entender cómo funciona este universo, cualquier lógica interna se desploma ante una maraña de casualidades para que la trama avance. "The Black Phone" no vive a la altura de las expectativas, pero se trata de una cinta propositiva, interesante y que vale la pena ver si disfrutas del terror.

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