Moonage Daydream
Pinche David Bowie, era todo un artista, y Brett Morgen lo sabe. No solo dirige y escribe este documental, también lo edita y produce, eso es compromiso y no mamadas.
"Moonage Daydream" comienza con un letrero gigante y que aparece muy lentamente en el cual puedes leer "Bowie", esto por si te cuesta mucho leer cinco letras, el título de la cinta no te dice nada o te trajeron con ojos vendados para que ni siquiera vieras el poster. Pero, bueno, ya que decide empezar, el documental es una recopilación de dos horas de entrevistas de Bowie hablando su proceso creativo, sus conciertos, de sí mismo viajando, de sus pinturas e incursiones en otras artes, y cualquier otra imagen que vaya con la estética de Bowie o que asumimos fue una referencia para él.
Lo primero que tengo que decir del documental es que, agradezco que se enfoque en su proceso creativo, en cómo veía el arte y el mundo, y deje un poco de lado su vida. Porque es cierto que, al menos las biopics, se enfocan en la vida de los músicos, pero no en porqué fueron tan grandes artistas. Y este documental sí toca la vida de Bowie en diferentes puntos, pero lo hace con el enfoque de cómo esto cambió su música y su arte, lo cual se agradece como un fanático de Bowie y el rock.
No obstante, eso también es el punto más débil de la película, está hecha para gente que ya es fanática de Bowie y le interesan cosas cómo el proceso creativo de los artistas y qué buscaban con su música; o sea, si tienes más de cuarenta años y eres un ñoño del arte. Porque la película no se toma tiempo en explicarte quién es Bowie, o qué chingados con Ziggy Stardust, o en qué películas salió, o por qué su música suena como suena y es tan importante. Asume que tú como espectador ya conoces esto, y solo te lo profundiza.
Al ver la filmografía de Brett Morgen, con varios documentales sobre bandas y solistas de rock, me queda claro que él ya conoce mucho sobre el mundo del rock, y por eso va directo al centro chicloso de esta paleta que es David Bowie. Y yo agradezco esto, no quiero perder tiempo con que me expliquen dónde nació este músico o qué es el glam rock y el arte pop. No obstante, me queda claro que para alguien que nunca ha escuchado y visto el arte de Bowie, el documental puede resultarle como algo extravagante que se le ocurrió a un wey bastante pacheco, que es altamente probable que Bowie lo estuviera la mayor parte del tiempo.
Que, aunque seas fanático de Bowie, es cierto que el documental de repente se vuelve largo y tedioso. Pues, muchas veces escuchamos distintas entrevistas de Bowie reiterar lo mismo, y luego vemos el mismo baile o performance 27 veces, lo cual es frustrante considerando la cantidad de material artístico que produjo Bowie. Así mismo, por alguna razón, Morgen decide incluir 76 planos de "Nosferatu", porque... ¿vanguardia?, y le mama repetir 758 veces un mismo plano de un planeta moviéndose dejando a otro al descubierto, el cual ni siquiera es tan llamativo. Además de que, Morgen quiere que su documental comience y termine con la misma secuencia pero invertida, la cual es larga y poco emocionante, haciendo que en vez de generar esta idea de circularidad, la cinta se vuelva repetitiva y tediosa.
Igualmente, aunque vemos un par de conciertos de Bowie, estos no son tan llamativos o icónicos como los de Queen en "Bohemian Rhapsody" o Elton John en "Rocketman", por lo que, carecen un poco de esta magia de verlos en la pantalla grande. Al mismo tiempo que, para tratarse de un documental de un músico, sí te quedas con ganas de oír más canciones y conciertos sin la voz de Bowie explicándome lo que descubrió en su último viaje de ácidos.
Y es que, también, la música de Bowie en los setenta no es conocida por ser la más estimulante en un nivel visceral, haciendo que la primera mitad se sienta un tanto intelectualoide, me gusta esa palabra para describirlo. Que, no digo que esto esté mal, es bastante estimulante en un nivel intelectual su música y forma de ver el arte, pero si esperas que te ponga a cantar en el cine, pues te tienes que esperar más de una hora para llegar a "Modern Love".
En conclusión, es un documental fascinante para un fanático de Bowie, alguien que disfruta de todo tipo de rock, y es un intelectualoide del arte. Sin embargo, de repente el documental se vuelve tedioso, repetitivo en ideas e imágenes, y poco emocionante. Por lo que, si quieres ponerte a cantar la música de Bowie, emocionarte por ver conciertos en la pantalla grande y sentir la adrenalina de gente desbordándose de la emoción por escuchar a Bowie, baja tus expectativas.
Aunque, supongo que si te pones tan marihuano como Bowie un... digamos martes, este documental debe ser una locura increíble.

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