Blonde


La forma más acertada de describir "Blonde" es dos horas cuarenta minutos de una mujer sufriendo, porque en la vida de Marilyn Monroe no hubo nunca un momento de felicidad, y eso que se la pasaba drogada.
"Blonde" es solo el sufrimiento de la vida de Marilyn Monroe (Ana de Armas), de sus abusos con DiMaggio (Bobby Cannavale), de la apatía de Miller (Adrien Brody) y las violaciones de Kennedy (Caspar Phillipson).
Creo que para disfrutar esta película debes de tener una de dos características, o tienes que ser alguien que disfruta ver el sufrimiento ajeno, o tienes que ser alguien que cree que en la vida no puede haber felicidad y el cine debe retratar eso; en cualquier caso, vete a checar. Pues, "Blonde" realmente no trata de la vida de Marilyn, solo de las partes culeras.
Y quizás sea cierto, y Marilyn nunca fue capaz de sonreír y lloraba todo el tiempo como quiere plantear la película, pero en un nivel narrativo y de personaje no funciona. Un personaje que llora por todo y todo le pasa, sin que ella haga nada al respecto, te causa la misma empatía que una piedra. Además de que, si me mantienes todo el tiempo en la más profunda tristeza y sufrimiento es desgastante, narrativamente nunca me das un descanso ni un objetivo, y sostener dos horas y cuarenta minutos de esa forma es más difícil que tener una conversación con Elva Ester Gordillo viéndola a la cara.
Y lo peor es que no es culpa de Ana de Armas, ella hace lo que puede. Sin embargo, lo que le pide el director es sufrir en todas las escenas, no puede mostrar su rango actoral, ni siquiera dos emociones diferentes. Al mismo tiempo que, por alguna razón, Marilyn en su vida normal habla como mujer pendeja de película de los cincuenta, lo cual no solo te harta, sino que es antinatural con las demás actuaciones y reduce a tu protagonista a una vil caricatura.
Una caricatura que la cinta se encarga de sexualizar, porque cuando no está sufriendo mientras actúa o aborta, también sufre mientras tiene sexo. Los escasos momentos donde no se ve al borde de cortarse las venas es cuando está cogiendo, porque Andrew Dominik cree que la vida de una mujer se reduce a sufrir y coger. Y no solo vamos a intuirlo, vamos a mostrarlo durante largas escenas con la cámara a dos centímetros de la ropa interior de Ana de Armas o del pene que está chupando.
No obstante, para evitar estas sobresimplificaciones, Marilyn va a estar traumada con su padre al que nunca conoció, y por eso llama "papi" a todo el mundo de la manera más incestuosa posible. Y todo esto para que el personaje nunca crezca, ni cambie, ni evolucione, ni haga nada en la película por dos horas cuarenta. Bueno, sí muere porque su padre no la quería (spoiler, I guess...).
Honestamente, lo rescatable de esta cinta es el apartado técnico como la fotografía, el diseño de arte de algunos sets, la caracterización de Ana de Armas y un par de escenas donde la dirección da brillos de no querer hacer una película pornográfica. Sin embargo, también hay cosas como que el director cree que plano contraplano para escenas de dialogo y llanto aburrido es la mejor solución, o que el editor cambia el nivel de tinción de la imagen dependiendo de que lado le hayan caído las bolas el día que se encargó de esa escena.
Por mucho, lo peor de la cinta es el trato que se le da a Marilyn. La película, en vez de cuestionar la sexualización que sufrió, presentar cómo se convirtió en un ícono, hacer un comentario en torno a lo tóxico y peligroso del "método" de Lee Strasberg y explorar las conspiraciones alrededor de su muerte, la película la reduce a una mujer que solo se dedico a sufrir porque su papá no estuvo ahí para ella. Me parece la forma más misógina y machista de abordar estos temas, cayendo en los mismos errores que la película debería de criticar.
No puedo recomendar esta película. Tiene una fotografía bonita y algunas decisiones son inteligentes, pero una por cada hora de largometraje no es suficiente para que valga la pena verla. Reducir a Marilyn Monroe a una caricatura, que no sabe más que sufrir y que tiene que llamar a todos "papi" y chuparles la verga en planos largos sin sentido porque su padre no estuvo para cogérsela de niña es una falta de respeto, no solo a Monroe, sino a cualquier mujer.
Este mismo año salió el documental "The Mystery of Marilyn Monroe: The Unheard Tapes" de la directora Emma Cooper. Película mucho más dignificante, que construye una imagen más humana de Marilyn, que no recurre a mostrar una violación en cámara para buscar los aplausos de la crítica y que dura una hora menos. Una mucho mejor recomendación que la caricatura que Dominik cree es Marily Monroe.

Comments

Popular posts from this blog

Black Box

"Mi Vil Hada de los Dientes" Un Cuento por Osnar Chávez

"No me Rompas los Huevos" Un Cuento por Osnar Chávez