Knock at the Cabin
⭐⭐
M. Night Shyamalan, ante todo pronóstico, sigue sin rendirse en su intento de seguir haciendo películas y para esta nueva propuesta trae un ¿qué pasaría si Drax, Ron Weasley y dos actrices opacadas por su falta de participación en blockbusters fueran loquitos del centro que se creen jinetes del apocalipsis?
De algún lugar esta cinta consiguió dinero para que Jonathan Groff (conocido como el Rey en "Hamilton" y la versión culera de Agent Smith) interprete a Eric, un hombre que se va de vacaciones a una cabaña con su esposo Andrew (Ben Aldridge) y su hija Wen (Kristen Cui). Sin embargo, son emboscados por cuatro personas desconocidas (Dave Bautista, Rupert Grint, Abby Quinn y Nikki Amuka-Bird) que les informan que tienen que sacrificar voluntariamente a un miembro de su familia para evitar el apocalipsis.
De cierta manera la propuesta suena a algo Shyamalanesco (nueva palabra, deal with it), lo cual es bueno porque él dirige, pero no tanto porque después de tres películas se le cayó la gracia a sus cintas. No voy a mentir, sí está mejor que "The Last Airbender", pero para eso con poner a grabar una cámara en la calle es suficiente.
La premisa y conflicto es interesante, la idea de que tienen que sacrificar a alguien de su familia es bastante poderosa, pero no sabe cómo llevarla a cabo, y esto es por dos problemas principales. Primero, como la película empieza directo en la acción, lo cual funciona para sorprenderte, no conoces a la familia que tiene que sacrificar a un miembro y, por lo mismo, te da lo mismo si matan a los tres o a ninguno. Ciertamente la película intenta meterte flashbacks para que te importen los personajes, pero estos se presentan poco a poco y es hasta media película que te empiezan a importar los personajes y te deja de cagar Andrew porque solo grita como histérico.
Segundo, la película no se compromete con la narrativa que quiere crear, es decir, no sabe ni qué chingados está haciendo. La película constantemente está barajeando la idea de que los cuatro individuos simplemente estén locos en vez de ser un "Close Encounters of the Third Kind", pero la película no busca crear tensión o que los personajes busquen averiguar si dicen la verdad, solo esperan pasivamente a que la película decida revelar el misterio. Entonces, uno esperaría que el conflicto fuera sobre cómo la familia decide o no sacrificar un miembro, pero esto tampoco es efectivo porque solo ocurre en una escena y durante la mayor parte de la película no sabes si el apocalipsis en efecto es real o no, por lo que no sabes si algo está en juego o si al final los personajes pueden quedarse pasivamente sin hacer nada.
Y, para acabarla de chingar, eso hacen. Los protagonistas durante toda la película nomas están sentados, escuchando una hora de pura exposición mal entregada, lo cual se vuelve tedioso y hace que te den igual porque al cabo no hacen nada. No es hasta el tercer acto donde la cinta ya decide que los personajes tienen que hacer algo, y aquí la película agarra camino y algo de fuerza, pero eso solo pasa suponiendo que no decidiste sacrificarte tú de aburrimiento en la primera hora y cacho.
Hay otras cuestiones menores que complican el disfrute de la película, pero supongo que ya son más para los cinéfilos. Particularmente, cuando ves una película de M. Night Shyamalan estás esperando un giro final que resignifique toda la historia, entonces te la vives más buscando detalles y esperando que esta hora y cuarenta no sea para nada. No voy a revelar qué pasa al final de esta cinta, pero intenten no tratarse de adelantar, mejor traten de disfrutar las largas escenas de exposición :) .
Sin embargo, tengo que admitir que la cinta tiene un par de cosas buenas. Las actuaciones son buenas y convincentes, aunque tampoco son la obra maestra de la actuación que muchos dicen cuando hablan de que Dave Bautista es un gran actor dramático porque ahora ya hace un personaje humano. Además, la puesta en cámara y de dirección funciona y está bien pensada, empezando con planos cerrados, con poca profundidad de campo y encuadres que parecen mal hechos para generar una sensación de desconcierto y claustrofobia, pero conforme va a avanzando y los protagonistas se van sintiendo más confiados los planos se vuelven más abiertos y relajados.
Al final, la película es interesante en su premisa, puedes buscar en la propuesta del director cosas llamativas y si te gusta M. Night Shyamalan y quieres ver algo de él en el cine no creo que tengas otra opción. Sin embargo, genuinamente, esto no es suficiente para sustentar más de una hora de personajes sentados pasivamente escupiéndote exposición de la forma más lenta y menos cinematográfica posible.
Mejor, vean "Silent Night" (2021) de Camille Griffin, una propuesta británica en la que una familia tiene que hacer las pases en Navidad y decidir si se suicidan indoloramente o sufren una muerte horrible por una nube tóxica que ha estado azotando el mundo. Película más entretenida, más profunda, con una amenaza real, personajes que están vivos y hacen cosas, e, ilógicamente, más Shyamalanesca que esta.

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