John Wick: Chapter 4
⭐⭐⭐⭐
Jamás dejará de sorprenderme el fenómeno "John Wick", en el cual logras hacer una saga de cuatro películas sumamente violentas justificandolo todo en la muerte de un perrito. Ciertamente, Keanu Reeves también tiene su encanto, pero su personaje tiene el mismo carisma que las última película de "Ant-Man".
En esta ocasión Wick (Keanu Reeves) busca una manera de ganar su libertad y está haciendo temblar a la High Table. Debido a esto, el Marqués de Gramont (Bill Skarsgard) manda destruir el hotel Continental y matar a Charon (Lance Reddick), dejando a Winston (Ian McShane) con un deseo insasiable de venganza. Pero, en su propósito de deshacerse de Wick, el Marqués recurre a un viejo asesino ciego llamado Caine (Donnie Yen), que si me lo preguntan es la cosa más divertida del mundo, y alguien que puede encontrarlo (Shamier Anderson). Así que, John Wick tendrá que apoyarse en Bowery King (Laurence Fishburne) y hacer las pases con su familia si quiere tener una oportunidad de enfrentar al Marqués y ser libre de una vez por todas.
Siempre que hablamos de "John Wick" se tiene que hacer una aclaración: La historia es una mamada. Se trata de un hombre que va a matar a medio millar de personas a sangre fría solo para vengar un perrito, y conforme las cintas avanzan el lore cada vez se vuelve más grande y muchas cosas solo hacen sentido porque la película te dice que lo tienen. De repente en medio del desierto hay un wey muy importante por alguna razón, pero que no puede hacer nada, o un duelo se decide y propone mediante un juego de cartas de cristal que tú cómo espectador no entiendes el funcionamiento interno. Pero, te vale madres, tú solamente ve como un personaje te explica lo que está pasando y que hace cero sentido para ya poder pasar a la siguiente escena de acción.
Y es que eso es "John Wick" son escenas de acción increíbles, visualmente espectaculares, con un trabajo de stunts y coreografía impecable e ideas cada vez más locas, que están unidas por exposición rápida y barata. Ciertamente ese es su mayor peso de la cinta, que, aunque no es aburrida, la exposición se siente poco impactante y entregada de forma flojísima. En cierta forma se agradece porque la maestría de Chad Stahelski para dirigir escenas de acción no es la misma en escenas dramáticas o de tensión, que se sienten apresuradas y sin un peso narrativo real; entonces agradecemos que esas pasen rápido y podamos llegar a lo que todos vinimos a ver.
La cosa es que cuando llegan estas escenas de acción son magníficas. Stahelski se las arregla para hacer escenas que se ven bien, y que llevan lo visto anteriormente a otro nivel. De repente ya no solo es Gun-fu, ya también tenemos Car-fu, y ya no solo son asesinos que usan pistolas, ya también usan katanas, arcos y hasta hay un ciego. Es tan original por sí misma la idea de un asesino supercalificado ciego que se roba todas las escenas donde aparece.
Y no se trata solo de los conceptos que utiliza la cinta, sino que también la forma de estar filmados. Ya no solo es la cámara en mano sin cortes en la que vemos a John Wick matar gente cuerpo a cuerpo, ahora también tenemos un plano cenital sobre la locación recordando aquel de "Minority Report", pero llena de acción, con una larga y cinematográficamente orgasmente duración y balas de fuegos artificiales. El director sabe dirigir esas escenas de acción, y el trabajo puesto por stunts y cámara para que salieran bien es impresionante.
Ciertamente muchos de estos conceptos suenan medio estúpidos. Un asesino ciego, peleas utilizando carros en el Arco del Triunfo de París, balas de fuegos artificiales, duelos establecidos con barajas sin razón alguna, trajes (de vestir) de keblar y todo amarrado por un wey que va a matar a todo el mundo y cortarse un dedo porque mataron a su perro. Sorprendentemente, la película logra tomarse en serio y que tú te la tomes de la misma manera. Sí, tiene un par de elementos paródicos y metanarrativos que ya habiamos visto desde la cinta pasada, hasta hay escenas que son ridículamente divertidas, pero el que a pesar de eso mantengas una sensación de importancia en lo que está pasando es magnífica.
Finalmente, creo que sería un pecado no hablar de la fotografía de esta cinta. Dan Laustsen hace un trabajo espectacular, que temo va a ser ignorado por muchos solo por tratarse de una película de acción que no debería de tener crédito artístico. Sin embargo, Laustsen se toma en serio su trabajo y nos entrega una cinta donde la iluminación en cada plano no solo es visualmente orgasmeante, también funciona narrativamente. Laustsen usa colores neones para crear paletas de colores contrastadas pero muy llamativas, usa contraluces y claroscuros para agregar dramatismo y/o misterio a lo que estamos viendo, y hasta usa la luz para narrar. Hay una escena magnífica en la que quien tiene el poder en la escena tiene un cúmulo de haz de luces apuntando hacia su espalda, recordando el trono de espadas de "Game of Thrones", y estoy dispuesto a asegurar que eso no fue casualidad y Laustsen creo esa referencia para demostrarnos quien tiene las mejores cartas (cuando vean la escena entenderán esa referencia). Creo que hay un par de planos con fallas que si se hacía otra toma hubieran sido perfectos, pero la gran mayoría es directamente impecable y estas fallas solo saltan por lo bien hechos que están el resto de los planos. Si me lo preguntan, Laustsen ha sido el fotógrafo que mejor ha entendido visualmente el neo-noir.
Entonces, "John Wick: Chapter 4" no tiene pierde. Con que no vayas buscando la historia más profunda y personajes tridimensionales ya la hiciste. Tiene conceptos únicos y cinematográficamente interesantes, escenas de acción directamente espectaculares y de buena duración, y una fotografía hermosa que todo Hollywood debería de envidiar. Estos son los blockbusters que tanto extrañábamos.

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