Guardians of the Galaxy Vol. 3
⭐⭐⭐⭐.5
Tenía pensado hacer una recopilación de las películas que se estrenaron esta semana santa, pero resultaría en un despropósito. Si vas a ir al cine, tienes que ver "Guardians of the Galaxy Vol. 3". James Gunn es el director de la mejor trilogía del cine de superhéroes, y, si se me permite decirlo, se ha coronado como el mejor guionista en Hollywood.
Los Guardianes de la Galaxia ahora administran Knowhere y se enfrentan a su propia depresión, pero son atacados por Adam Warlock (Will Poulter), quien lastima de gravedad (ah, porque están en el espacio) a Rocket (Bradley Cooper). Peter (Chris Pratt), Drax (Dave Bautista), Nebula (Karen Gillan), Mantis (Pom Klementieff) y Groot (Vin Diesel) tendran que reencontrarse con Gamora (Zoe Saldaña) para enfrentarse al High Evolutionary (Chukwudi Iwuji) y su ejército salido de las "Teenage Mutant Ninja Turtles", y así poder encontrar una manera de salvar a su amigo.
Hay que hablar de lo que hace tan única a la saga de "Guardians of the Galaxy": James Gunn (es un privilegio vivir en un mundo donde Marvel Studios lo recontrató). James Gunn es un autor en toda la extensión de la palabra, un director y guionista que adora los personajes de comics, rotos e inadaptados, y crea una epopeya de ciencia ficción de 200 millones de dolares que no deja de ser emocional y cargada de un estilo propio. Lo contraproducente de un cine tan personal es que si no te gusta el estilo de Gunn, seguramente no disfrutaras ninguna de sus películas, y creo que deberías de ir al psicólogo a reconsiderar porque no tienes idea de lo que te estás perdiendo.
Gunn es un guionista excelente. Gunn ya presentó a sus personajes en las cintas pasadas, en esta lo único que le falta es explorarlos para llevarlos a una conclusión, y una conclusión de personajes de cómics en un entendimiento brutal del funcionamiento de estas narrativas donde nada realmente acaba; es más un cierre espiritual perfecto. Gunn se las amaña para explorar, dejar brillar y darles arcos a un grupo amplio de personajes en menos de dos horas y media, donde todo aporta a la narrativa de manera entretenida y bien pensada, no hay escenas de pérdida de tiempo.
Así mismo, los personajes cargan la película. Los actores encargados de darles vida son perfectos en sus papeles, llenos de personalidad y carisma. Son personajes extraños, que no actuan como lo haría una persona normal, pero que con una magnífica dirección de actores, actuación y entendimiento no-naturalista de los personajes permiten desde interacciones muy divertidas hasta las más emotivas. Esto es melodrama en su máxima expresión. Por una chingada, Gunn y Cooper se las arreglan para crear un mapache de CGI más humano que cualquier personaje de "Eternals".
Eso sí, toda la interacción de los personajes y comedia está muy cargada del sentido de humor de Gunn. Chistes desde ácidos hasta grotescos, desde los más inteligentes juegos de palabras hasta las situaciones más estúpidas, y si no puedes con eso, "Guardians of the Galaxy Vol. 3" puede que te termine por parecer algo ridículo, tonto e infantil, pero si te permites ver más allá de eso verás que se trata de una película bien oscura, con temas maduros y hasta crítica social escondida ahí detrás.
Y es que todo en la película funciona muy bien, y todos los departamentos de la producción se ayudan magistralmente entre sí. Gunn se consiguió cabezas de departamentos que, si bien no son los grandes nombres de la industria, son altamente competentes y con los huevos y ovarios suficientes para aventarse a hacer cosas que no funcionarían en ningún otro lado, al grado de que al verlas no entiendes cómo se les ocurren esas mamadas.
El diseño de producción es brutal, con conceptos bien bisarros que no entiendo cómo lograron hacer en live-action, es un cómic literalmente arrancado de las páginas y convertido en una obra audiovisual. Los vestuarios son icónicos y, aunque todavía se siente el sello Marvel Studios, son únicos.
La fotografía es muy buena. Cada locación se siente diferente de las demás, pero aún así integrado, y la falta de miedo al uso de luces altas y hasta quemadas permite escenas muy llamativas y que normalemente no estás acostumbrado a ver. Esto incluso lo vemos en escenas hechas enteramente en CGI, donde el fotógrafo y Gunn se vuelven conscientes de la gama de oportunidades que esto les brinda y las usan a su favor.
A esto hay que sumarle una edición muy competente. Capaz de cambiar de ritmo, con detalles visuales muy inteligentes para los saltos temporales y una habilidad para crear escenas tanto sumamente emotivas como enteramente cómicas.
Además, aunque Gunn prioriza el uso de efectos prácticos que se ven espectaculares y crean cierto efecto de realidad plástica, sabe dirigir efectos visuales y se nota. El trabajo de efectos no es el más novedoso y mejor logrado, sabemos que Cameron no tiene nada más de que jactarse y su autoestima depende de eso, pero sí es por mucho de lo mejor visto últimamente en el MCU.
No podemos dejar fuera a la música de esta cinta, la cual es el corazón de la saga. John Murphy hace bien su chamba como compositor, se nota su estilo y lo adapta a los Guardianes, sin embargo, no puedo negar que pasa un tanto desapercibido. La misma cinta no deja a su score ser tan memorable como aquel que compusó para de "The Suicide Squad", pues sí tiene que recurrir a las composiciones y motivos de las cintas pasadas, aunado a que la selección de canciones que Gunn hace sí termina por opacarlo un poco. Gunn deja los setenta y sesenta e incluye música de todas las épocas, desde las canciones más populares hasta otras que solo él conoce, de forma diegética, a veces sonante y otras disonante, pero siempre narrativa y apropiada para llevar la escena. Gunn consigue que ya no puedas escuchar "Creep" de Radiohead sin ver a Rocket en tu cabeza y termina por simentar "Come and get your Love" de The Redbone como la canción de los Guardianes de la Galaxia, y la queso...
Todo esto se mezcla para crear una verdadera experiencia cinematográfica. Gunn se esfuerza por superarse como director en cada nueva película y sabe hacer valer cada dolar de los enormes presupuestos que le dan; a diferencia del grueso de directores de blockbusters actuales, Gunn sí merece hacer películas de 200 millones de dolares. Hay una escena de pelea en un pasillo, un falso plano secuencia con los movimientos de cámara más locos que puedas imaginar, un uso impecable de las luces y del CGI, con toques de body horror, humor negro y el mayor despliegue de cratividad cinematográfica nunca antes vista en el género de superhéroes, todo en el mejor montaje intemporal que jamás he visto al ritmo de "Don't Sleep till' Brooklin" de The Beastie Boys. Si todo el resto de la película no te gusta, esa escena en sí misma vale el precio de un boleto de cine y, ya con mi ego inflado a niveles impresionantes, merece estar en los libros de historia del cine.
No sé qué más decir. No es la mejor película de superhéroes ni de Gunn, pero está cerca de ser ambas y lograr algo así es una tarea titánica y que no creo sea sano que estemos esperando. Sin embargo, es una película llena de corazón, hecha por gente que sabe hacer bien su trabajo y que buscan darte una experiencia cinematográfica que no vas a encontrar en ningún otro lugar.
Si me preguntan porqué cuatro estrellas y media y no cinco, responderé que en lo profundo de mi corazón quiero creer que Gunn logrará superarse y darnos la mejor película de superhéroes de la historia. Gracias por serte tan fiel a tí mismo James Gunn, por compartirnos tu amor por estos personajes, el cine y la música, por crear la mejor trilogía de películas de superhéroes. Muchas gracias por conmovernos y darnos tan buenas películas como pocos directores y guionistas hacen hoy en día. Gracias, James Gunn.

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