The Watchers
⭐⭐.5
En un mundo donde cada vez son más difíciles de encontrar las historias originales, sobre todo en formatos literarios para que puedan ser adaptadas de forma masiva al cine, es triste que estas se otorguen a nepobabies sin personalidad ni mucha habilidad.
The Watchers es el intento de Ishana de ganar el aprecio de su padre M. Night Shyamalan mediante una historia que bien podría haber sido dirigida por él, contando con todos sus clichés. Mina (Dakota Fanning) tiene que llevar un pájaro a otro pueblo en Irlanda cuando se pierde en un bosque y, tras desiciones en el mejor de los casos ilógicas, termina llegando a un cuarto en medio de la vegetación donde se encuentra con un extraño grupo conformado por Madeline (Olwen Fouéré), Daniel (Oliver Finnegan) y Ciara (Georgina Campbell). Este grupo que lleva atrapado mucho tiempo en ese cuarto le informan a Nina que todas las noches deben pararse frente a la ventana para ser observados por unas criaturas que únicamente salen de noche y simplemente desean observarlos, pero que los mataran si salen de la habitación.
La película tiene muchas cuestiones llamativas y conceptos que, quiero creer, están mucho mejor trabajados en el libro. Esta idea de que son prisioneros por algunas criaturas que nunca han visto ni tienen pruebas de que son reales, el bosque maldito al estilo Blair Witch Project, un misterio que deben ir descubriendo poco a poco, y todo esto anclado en folclor celta irlandés. También hay temas como la discriminación y el sentirse diferente que unen a los personajes, así como algunas dinámicas interesantes.
Sobre todo, aquí Ishana N. S. brilla más por su dirección. En momentos es muy en tu cara hacia referencias a Alicia en el País de las Maravillas, tomando cuestiones del apartado visual y hasta imágenes puntuales de la cinta de Burton, pero integrándolas correctamente. Además, otras referencias como Hidden de los hermanos Duffer, y desiciones directoriales como el movimiento de la cámara y el procurar no enseñar a los monstruos de forma clara hasta el tercer acto son efectivas.
Lamentablemente, todas estas referencias son ridícula y dolorosamente evidentes y hasta lo reafirman los personajes de una forma nulamente sutil. Si bien el diseño de las criaturas funciona bien, ciertamente cuando por fin se muestra no lo hace de la manera más satisfactoria y cualquier capacidad de crear tensión o miedo desaparece. Igualmente, hay desiciones en todos los departamentos que son muy difíciles de ignorar, como que un bunker construido en el 2009 haya, sin ninguna explicación, tecnología noventera. Finalmente, mucha de la iconografía llamativa como por ejemplo el ángel oscuro del poster, es simplemente iconografía vacía y que no aporta absolutamente nada a la cinta más que verse cool.
Aún así, el mayor problema de I. N. S. es el guion; como directora cumple, pero le urge un guionista que la apoye. No explora ningún tema o dinámica, cualquier conflicto no dura más de cinco minutos, la mitad de las situaciones no abonan a nada, las acciones de los personajes existen únicamente porque así deben de ocurrir para que la historia avance y los dialogos son tan falsos, rayando lo paródicos, que parecen Dumbledore preguntándole a Harry Potter si puso su nombre en el Caliz de Fuego. Nada de esto permite que todas sus bondades sean algo entretenido de ver, al contrario, se siente mucho más larga de lo que es.
Ya que, y lo más peligroso, son los caprichos del guion que dierctamente sabotean la cinta. Quizás no lo sean, pero encuentro difícil que nadie haya entrado a decirle cosas tan evidentes a I. N. S. Por ejemplo, el tercer acto se siente sumamente estirado, obvio, predecible y con giros de trama tan gratuitos y hasta bizarros que parece querer incluir en una película más plot twists que su padre a lo largo de toda su carrera.
Que, hablando de querer copiar a M. Night Shyamalan, es curioso como la idea de conflicto mediante manpulación por personas en medio del bosque a través del miedo es muy similar a la idea de Knock at the Cabin. No obstante, en esta cinta se tira a la basura gracias a un prólogo que muestra sin la menor duda que evidentemente hay algo peligroso en el bosque. Me parece directamente estúpido que nadie involucrado en esta cinta se sintiera obligado a remover este prólogo que no solo sabotea el conflicto de la primera mitad de la película, sino que se deshace de posibles misterios, todo con el propósito de tener tu estructura de típica película de terror, aunque quiera ser más un thriller. Aunque, bueno, ciertamente la cinta no confía mucho en que tú espectador puedas sumar dos más dos, y te da toda la información mediante exposición verbal y ya masticada.
Hay mucho potencial en la historia, la novela, los conceptos, los temas y hasta el conflicto entre los personajes podría ser efectivo, pero ciertamente se siente como un primer tratamiento de guion donde las cosas simplemente pasan sin mucha razón. Y, la verdad es que Ishana Night Shyamalan tiene cuestiones interesantes y propuestas efectivas como directora, pero se ve carcomida por su padre y su deseo de también querer ser guionista. Quizás cuando acepte ayuda de otros guionistas para estructurar mejor su historia, con al menos narrativa y drama; se aleje de su papá director, aceptando que no tiene que incluir veinte giros de trama en cinco minutos y que puede dejar respirar sus cintas con el ritmo más pausado y contemplativo que en momentos se nota está buscando; aprenda a involucrándose cabalmente en todos los departamentos; y vea al espectador como capaz de entender sus referencias sin tener que decirselas explícitamente, quizás ahí esté la película de I. N. S. que genuinamente valga la pena ver.

Comments
Post a Comment