Pedro Páramo

⭐⭐⭐

Rodrigo Prieto, el multi-nominado al Oscar director de fotografía que ha trabajado con Martin Scorsese y Greta Gerwig, se lanza como director con una adaptación del libro más obvio posible: "Pedro Páramo" de Juan Rulfo. Es la (creo) tercera adaptación cinematográfica de la novela mexicana más importante del siglo XX, del emblema de la literatura mexicana por antonomasia. Y, pese a que esto no va a impedir otras siete adaptaciones cuando se vuelva de dominio público (incluso ya hay sin serlo), no es necesaria ni una adaptación de esto. Esa es una cuestión que se debe dejar morir.

Juan Preciado (Tenoch Huerta) es un hombre que en época post-revolucionaria viaja al pueblo de Comala buscando a su padre Pedro Páramo (Manuel García-Rulfo), en parte por encargo de su difunta madre y en parte por su propia gana de saber más de sí. Aquí se encuentra con todo tipo de personajes que le cuentan la historia del ya difunto señor Páramo y como es que Comala se convirtió en un pueblo fantasma.

Lo bueno. Prieto es competente como director y la fotografía en su mayoría es bonita. El hecho de que el actor de Pedro Páramo sea un familiar lejano del escritor de la novela le da una falsa sensación de aprovación y cariño a la obra. El diseño de producción es, aunque no particularmente único, muy fiel a lo que te imaginas al leer la novela y se nota que se le invirtió buen dinero para recrear Comala. Todos los departamentos cumplen lo que se les pide de ellos, hasta el diseño sonoro en momentos es bastante aprensivo y tenso. Y, pues, al final, se trata de una historia prácticamente infalible.

Entre las principales cuestiones que resultan incómodas de ver es la dirección. Como mencioné anteriormente, es competente, cuenta la historia de forma audiovisual y, aunque solo es en contadas ocasiones, sí hay un par de imágenes llamativas. Aún así no es particularmente propositiva u original en nada, es sumamente conservadora. En momentos parece dirigida por Scorsese, es triste ver como su trabajo con él ha moldeado y limitado tanto las capacidades creativas de Prieto. Todo es plano de presentación, seguido de plano y contra-plano, esto claramente sin ningún movimiento de actores, y únicamente un plano secuencia en todo el metraje cuyo único propósito es mostrar un lugar irrelevante; lo más original es un plano de snorricam subjetivo de la cabeza del actor que rompe con el resto del lenguaje cinematográfico. No es que esto esté mal o que no funcione, solamente es aburrido y carente de personalidad. No entiendo porque se eligió dirigir la obra más importante, idiosincrática y directamente impresionante del realismo mágico mexicano como una película cualquiera del Nuevo Hollywood de los setenta.

Otra situación compleja es la historia. Esta es infalible, pero no cinematográfica. Se trata de momentos oníricos y fantásticos de la vida de una persona, pero no hay ninguna escena con construcción dramática. Quizás en la novela funciona mejor esto porque no tienes que estar pegado dos horas y media sin pausas, pero aquí nada te ancla emocionalmente. Ningún personaje es atractivo, nunca hay un verdadero conflicto y las cuestiones donde los personajes actuan para resolver algo son en una misma escena y nunca tienen un impacto más allá de ese momento.

Aún así, lo que más le pesa a esta adaptación es lo fiel/infiel que intenta ser. Es paradójicamente doloroso de ver. En su forma más superficial es obscenamente fiel, en un punto donde pierde su propósito como adaptación. Toda escena, momento y diálogo es idéntico y en el mismo orden que aquel de la novela, entonces ver idénticamente los mismos temas y cosas que ya leí anteriormente solo es aburrido. No es una obra en sí misma, solo es una sombra, un reflejo, un fantasma de las palabras de Rulfo.

Por otro lado, se trata de una novela con elementos sobrenaturales que se tratan como comunes, los fantasmas y la muerte no son algo terrorífico o si quiera que a los personajes les llame la atención, y el lenguaje y redacción ambigua de Rulfo hace que todo sea misticoide y abstracto. En cambio, la cinta, al ser un lenguaje audiovisual no puede jugar con esto, tiene que concretizar y representar de forma clara lo que ocurre. La idea de murmullos que no provienen de ningún lado, así como apariciones que no es claro cuando llegan y cuando se van, son cosas que aquí ves como en cualquier otra película de fantásmas. La novela juega con su lenguaje literario para crear sensaciones que solo pueden existir en este medio, y la película lo tira a la basura para darte las sensaciones más genéricas de cualquier película de pseudo-terror. Rulfo explota y entiende tan bien el cómo funciona la literatura y lo explota tanto que, por más talentoso que sea quien lleva a cargo la adaptación, es imposible y un despropósito tratar de llevar esto al séptimo arte.

Entonces, ¿qué hacer? Nada, eso también es una opción, y a veces quizás la más sabia. Puedes traer a cineastas talentosos y meter cantidades de dinero ridículas a la película, pero puede que haya cosas que no están hechas para ser vistas en la pantalla grande. Puedes tener buenos valores cinematográficos y un guion absurdamente fiel a la novela original, pero de nada sirve cuando la historia no está hecha para ser emocional ni ser contada a través de imágenes en movimiento. Quizás, a diferencia de los fantasmas de Comala, a "Pedro Páramo" debemos dejarlo descansar en paz en forma de (probablemente) la mejor novela mexicana, y no andar de nicromantes haciendo a esta historia y personajes sufrir innecesariamente al querer que caminen en otro medio al que no pertenecen.

Comments

Popular posts from this blog

Black Box

"Mi Vil Hada de los Dientes" Un Cuento por Osnar Chávez

"No me Rompas los Huevos" Un Cuento por Osnar Chávez